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¿Por qué un Protocolo Familiar?

El Protocolo de Familia nace por la decisión de líderes visionarios fundadores, que perciben en este instrumento un medio eficaz para convocar a la familia en su visión del negocio. El Protocolo Familiar busca fortalecer, establecer y unificar aspectos como la cultura, los valores y las necesidades de los miembros de la familia. Una vez hecho esto, se proyecta a la empresa tales acuerdos, armonizando intereses en las esferas de  Familia, Propiedad y Empresa, previniendo conflictos y fijando lineamientos que posibiliten soluciones negociadas.

En este marco, es un Instrumento de Concertación Familiar en la empresa, en el cual se plasma la misión, visión y valores de la familia, la relación entre familiares, y sus políticas con respecto a la empresa, en aras de su continuidad. Se crea por voluntad de las partes y no contiene elementos contractuales y aspectos jurídicos, concentrándose en la dimensión ética, moral y espiritual.

El Protocolo de Familia es el documento en el que la familia propietaria de la empresa, por medio del consenso, pone por escrito las reglas que van a regir la relación entre la familia, la empresa y la propiedad en el presente y en el futuro. Por tanto, se puede decir que regula las relaciones entre los miembros de la familia y la empresa. Además, sirve como mecanismo para dar respuesta a los problemas que puedan surgir a la hora de plantearse la titularidad, sucesión y gobierno de la Empresa.

El Protocolo de Familia recoge las reglas del juego del sistema empresa-familia- propiedad. Esto permite a la familia contar con la defensa suficiente para garantizar la continuidad del negocio como tal, sin que circunstancias familiares o personales distorsionen los fines del negocio, y lleven a disipar energías en problemas internos.

En resumen, encontramos entonces que cuatro son los aspectos fundamentales, en los que se encuentra la razón de ser del Protocolo de Familia, donde se establecerán acuerdos previos a la constitución de la empresa familiar, para prevenir los conflictos en el futuro:

  • La necesidad de crear pautas que separen objetivamente la relación entre empresa y familia. Es entendido que dicha separación debe tener su justificación en la voluntad de fortalecer el vínculo existente entre las mismas. En las empresas familiares se combinan relaciones afectivas y económicas. Por ende, se corre el riesgo de realizar una toma de decisiones sesgada por las emociones. Así, el Protocolo Familiar debe establecer criterios, con el fin de objetivar la vinculación entre dos mundos tan distintos, regidos por criterios tan dispares.
  • La sucesión de los miembros de la familia en los cargos de dirección de las empresas familiares es uno de los retos más importantes en la actualidad. El cambio generacional es un hecho ineludible en la empresa familiar, en la medida en que una de sus principales características es su vocación de continuidad. Sin embargo, debe haber lineamientos que establezcan los méritos propios como aspecto fundamental para la contratación si se quiere tener una verdadera continuidad en la empresa.
  • El tercer gran motivo consta de la participación de los miembros de la familia en la gestión de la empresa. Es un aspecto decisivo, puesto que el núcleo de gestión de una empresa es el órgano de gobierno y direccionamiento de ésta. El hecho que la familia crezca, no puede significar que todos los miembros de la misma tengan derecho a un sitio en el consejo de administración. Este tema podrá ser definido y acordado previamente a la constitución de la empresa, a través del Protocolo de Familia, con el fin de evitar futuros conflictos.
  • Finalmente, la participación de la familia en la propiedad de la empresa. La vocación de continuidad que caracteriza la empresa familiar no puede, ni debe, comportar la obligación de los distintos miembros de la familia a permanecer en la empresa al margen de su voluntad. En consecuencia, si un miembro de familia decide salirse de la empresa, no puede ni debe existir un juicio económico para la misma, o para los restantes miembros de la familia titulares de la empresa familiar. Encontrar el equilibrio entre los distintos intereses es también función del Protocolo de Familia.

En Cardona & Consultores Asociados, Le prestamos el mejor soporte en consultoría de Protocolo de Familia a través de nuestra unidad Perdure.

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